Una sonrisa no cuesta nada pero crea mucho, enriquece a los que la reciben sin empobrecer a aquellos que la brindan. Sucede en un instante, y algunas veces su recuerdo permanece para siempre. Nadie es tan rico ni tan pobre que pueda prescindir de ella; todos nos enriquecemos con sus beneficios, Más aún, no se puede comprar, pedir prestar o robar, y que no es un bien terreno para nadie hasta que no se da. Nadie necesita tanto una sonrisa como aquellos a quienes no les queda ninguna para dar a los demás. (Anónimo)
No hay comentarios:
Publicar un comentario