martes, 24 de junio de 2008

gila, el hombre que nació sólo


LA HISTORIA DE MI VIDA - Monólogo
Autor: Miguel Gila (1919-2001)

Les voy a contar a ustedes la historia de mi vida, que es de mucha pena.
Así que si algún enfermo del corazón que se tape los oídos.

Yo tenía que haber nacido en diciembre, pero no me habían terminao el abrigo y me estuve esperando pa' nacer en agosto, con todo el calor.

Y nací, no estaba mi mamá en casa, había salido a pedir perejil a una vecina, y yo nací solo. Y bajé a decírselo a la portera. Dije:
-Señora Julia, que... que soy niño, que he nacido y no está mi mamá en casa, ¡a ver quién me da la merienda!

Y me dio de merendar la portera. Muy poquito, porque de joven había sido nodriza y había criao once niños y el cajero de un banco, que luego ni se casó con ella ni nada.

Y subí a mi casa y cuando vino mi mamá salí a abrir la puerta y le dije:
-¡Mamá, he nacido!
Dijo mi mamá:
-¡Que sea la última vez que naces solo!<
Y me preguntó que si me había puesto polvos de talco, dije que sí que los había agarrao de la cocina y dijo:
-¡Idiota...! Te has puesto el pan rallaoo.

Y entonces escribimos una carta a mi papá, que trabajaba de buzo en París, y vino corriendo, dijo "ahora sí que hay que trabajar", porque ya éramos muchos en mi casa.
Eramos nueve hermanos, mi papá, mi mamá y un señor de marrón, que no le conocíamos, que estaba siempre en el pasillo y dormía allí la siesta.

Y mi papá se puso muy contento porque hacía ya mucho tiempo que no nos veía.

Y como éramos muy pobres y teníamos poco dinero, pues en lugar de gastárnoslo en champán y en tasis y eso, lo echamos en una tómbola y nos tocó una vaca.

Bueno, nos dieron a elegir: la vaca o dos pastillas de jabón. Dijo mi mamá:
-La vaca, que es más gorda.
Y dijo mi papá:
-¡Tú con tal de no lavarte, lo que sea!<

Y llevamos la vaca a casa y la pusimos de nombre Matilde, igual que una tía mía que se había muerto de una tontería.

Mi tía se murió porque tenía un padrastro en un dedo, de esos pellejitos, empezó a tirar, a tirar, a tirar y se peló toda.

Y la vaca la pusimos en el comedor, pero todas las visitas se sentaban con la vaca, y luego ni olían a visitas ni nada. Y dijo mi mamá:
-¡Pa' tener visitas y no poder olerlas....!
Y dijo mi hermana:
-¡Eso! -que a mi hermana le gustaba deciir cosas-.

Y entonces dijo mi mamá:
-Ahora eliges entre la vaca o yo.
Y dijo mi papá:
-Son amores distintos... -y nos quedamoss con la vaca-.

Y la pusimos en el balcón, pa' que tuviera fresca la leche. Se conoce que tenía un cuerno flojo, se le cayó a la calle y le dio a señor de luto. Y subió muy enfadao y cuando salió mi papá a abrir dijo:
-¿Es de usted?
Y dijo mi papá:
-Yo qué séee, yo que séee -porque mi pappá era muy despreocupao-.

Y el tío del cuernazo se murió y a mi papá lo metieron preso y se escapó un domingo por la tarde, que no había tasis, y dijo "estoy libre" y se le subió a un señor encima y dijo: "¡Hale, a los toros!" Y lo tuvo que llevar.

Y allí le volvieron a detener y entonces, como seguíamos siendo pobres, mi mamá me abandonó en la puerta de unos marqueses, que eran ricos y tenían corbatas, y sopa, de todo.

Y por la mañana salió el marqués, me preguntó cómo me llamaba y dije:
-Como soy pobre, Pedrito.
Dijo el marqués:
-Desde hoy te llamarás Luis Enrique Carllos Jorge Alfredo.

Y luego me llamaba "Chuchi", y quería que estudiara, para saber dónde están los ríos y eso, pero yo me escapé y me coloqué de ladrón en una banda. Pero lo tuve que dejar enseguida porque me puse enfermo, y todo lo que robaba lo devolvía. Y fui a ver al médico y me dijo que solo podía robar caldo y pescao blanco, y para andar así, pues mejor no.

Entonces me coloqué con un fotógrafo, ¡que era muy bueno! ¡muy bueno! te sacaba muy favorecido. A lo mejor retrataba a un pordiosero todo canijo, sucio, ahí, todo roto, pequeñijo, y en la foto le salía un ingeniero con los ojos verdes ¡que daba gloria!

Y un día me equivoqué, puse dinamita en lugar del magnesio, y maté una boda.
¡Vamos, quedó un invitao...! pero muy torcido... ni parecía invitado ni nada.

Y además, como no sabía multiplicar, pues no podía hacer fotos de 6 x 9.
Así que me echaron, y ahora ya no hago nada. Solo andar despacito, y sentarme ... algunas veces.

Y esta es mi vida.

Buenas tardes, o, lo que sea.



Y esta canción se la dedicó Tonxtu, aún en vida del genial Gila que dijo que nunca nadie le había hecho nada tan bonito.


Nació, no había nadie en casa y él nació y con razón, su madre se enfadó "no quiero que se repita, y nazcas cuando yo no estoy". Creció, las bromas de su pueblo me conto, por poco muere uno y se enfadó que se marche, si no tiene buen sentido del humor Voló, en un cohete que se fabricó con tuercas, con albal y con cartón y la luna desde entonces siempre le sonrié al sol Camisa roja como el corazón tu vida se merece una canción tus cintas guardo en un cajón Marchó, en una guerra absurda se alistó de risa al enemigo le mato con cañones sin agujero y una bala con cordón Viajó en coche, en tren, en barco y en avión y junto a una señora se sentó que le dijo con detalle pa' que sirve el cinturón Llamó, no se ni qué telefono marcó tampoco sé muy bien de lo que habló sólo se que nos reímos y aplaudimos cuando colgó Camisa roja como el corazón tu vida se merece una canción tus cintas guardo en un cajón

4 comentarios:

albert dijo...

genial, me encanta gila, tengo un single con el monólogo llamando al enemigo

eva dijo...

ese monólogo está muy bien "¿está el enemigo?", me encanta ese hobre, un saludo albert.

Álvaro Dorian Gray dijo...

Un grande que gracias a youtube sigue vivo..
saludos y salud

eva dijo...

álvero dorian grey, si que es un grande y que siga vivo mucho tiempo que lo conozcan las nuevas generaciones, besos